jueves, 28 de mayo de 2009

Monolitos en el mar




Óleo sobre tela
Praya das Pedras Negras (Pontevedra)
3er. Premio de poesía de Castro Urdiales
27 de noviembre de 2.006
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Pedro, Juan, Agustín.
Santiago y su hijo,
El “Roco” y los García.
Todos tienen su nombre en estas piedras
y en la memoria nuestra.

Monolitos de roca surgiendo de las aguas
son símbolo del reto a la galerna
por capturar del mar vuestro sustento
y el plato de mi mesa.
En él,
se halla vuestro esfuerzo y vuestra vida,
y a veces,
se atraganta una espina de dolor
cuando la galerna vence.

Pescadores,
hombres del mar; José, Felipe y los de Castro
que mezcláis vuestra sangre con la sal,
a vosotros, sí,
a vosotros os rindo pleitesía
y todos los honores
en mi pobre decir con cuatro versos.
*
*
Carlos Serra
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*

6 comentarios:

stella dijo...

Un poema a los pescadores, hombres abnegados que juegan a perder su vida mientras sacan el pescado..¡ay, tantos desaparecidos desgraciadamente,tantos..!
Me alegra leerte siempre Carlos
Un abrazo, Stella

Carlos Serra Ramos dijo...

Gracias, Stella:

Cuando voy a Galicia, cada tre/cuatro meses, les veo en la Costa de la Muerte desafiando a las olas por un puñado de percebes, y en las rías, sobre todo a las mujeres, recolectando almejas, el agua hasta las rodillas y la cintura doblada.

Cuando saboreamos esas joyas del mar y nos parecen caras, deiéramos pensar en esas gentes.

Éste poema nació por el hecho desgraciado de un naufragio en el que fallecieron un padre y sus dos hijos. Yo había estado contemplando el mar, encrespado y amenazador en ese día, y al escuchar la noticis escribí el poema en la barra de la cafetería del hotel. Te juro que se me borraban las letras constantemente.

Te digo esto porque me gusta contar a veces el origen del poema.

Recibe mi beso, amiga.

Carlos

stella dijo...

Gracias Carlos por tu amabilidad al contarme queoriginó el poema, conozco Galicia, fuí hace unos años además de hermosa y verde, es cierto lo que cuentas, el peligro al que se someten esos hombres y esas costas por la que desaparecen demasiado inocentes...
Gracias de nuevo, leerte es una delicia
Stella

Carlos Serra Ramos dijo...

Te agradezco la nueva entrada ya que son muchas las veces que me extiendo en una respuesta y muy pocas, casi ninguna, puedo tener la certeza de que me leyeron, no sólo me pasa a mí, es un práctica usual en los blogs y de ahí que comentarios y respuestas sean breves sin más cosa que expresar que se leyó el posteo.

Quería decírtelo y aquí lo dejo.

Un beso, stella.

Carlos

Laura Gómez Recas dijo...

Recuerdo este poema. Me lo leíste una vez y me explicaste el por qué de la personalización, de esos nombres que dejan de ser anónimos y se convierten en familiares nombres del mar.

Un beso, Carlos.
Laura

Carlos Serra Ramos dijo...

Gracias, querida Laura:

Es éste un poema en el que puse todo el sentimiento, gustará más o menos, pero para mí tiene el valor de estar dedicado a los hombres del mar en las personas de un pescador y sus dos hijos. Dieron la noticia del naufragio mientras estaba en Coruña y, al instante, tomé el bolígrafo y papel para escribir a vuela pluma lo que has leído.

Qué desespero, Dios, qué desespero tendrían aquellos hombres unidos por la sangre, y su desdichada familia ¡qué horror!

Mi beso jovencita, que estas cosas no habrías de leerlas tú, causan tristeza.

Otro beso, para compensarte.

Carlos