Te vi tal como un ángel,
tu tez de porcelana
y el aire melancólico en tus ojos
acrecentó mis dudas de si aún…
mi porte merecía tu sonrisa.
Y un pálpito de miedos se abrió paso
ahogando la ilusión del subconsciente
que sueña y no se entera.
Tatuada te llevo desde entonces
en el cuenco vacío de lo ignoto,
que si nací a destiempo
tan sólo puedo amarte
anclada en el desierto de la nada.
*
*
Carlos Serra
_______._______