me faltan tus besos,
me falta tu abrazo,
me falta tu aliento,
me falta tu voz.
Tú, me faltas.
Y no estás,
y mi alma se apaga,
mi boca reniega,
la ilusión se esconde
y un pájaro negro
en mi ventana asoma.
Hoy te llamé...
sabiendo que era inútil,
quizá para contarte que mañana,
pudiera estar dormido y no responda
si me llamas,
que no oigan mis oídos,
mi voz esté callada
y ausentes los sentidos.
Pero…
quizás en tu buzón
un último mensaje
te diga que te amé…
Y que me fui.
*