miércoles, 1 de julio de 2020


HAMBRUNA
Se anuncian cada día 

atroces genocidios sin balas de cañón
ni crematorios nazis, 
o cámaras de gas.

Sin embargo, se asoman a mis ojos

imágenes de niños bebiendo en la miseria
el único alimento de su infancia,
y rebrotan
pasajes que guarda la memoria.

No se olvida

la sombra de la hambruna fácilmente
ni la sangre calando en los caminos
del odio y el agravio.

Hoy, que navega mansa por los cauces

de la tierra que fuera desolada
aún maldigo al hombre en su avaricia,
sus ansias de poder
y el alma de Caín en quien se mira.


Quizá mañana, algunos de esos niños 

-si han resucitado-
maldigan como yo la raza humana
por esos fariseos cantando el miserere
mientras blanden en alto las espadas.



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