jueves, 18 de noviembre de 2010

LAS LETRAS DE SU NOMBRE


Saldré a la calle
a las horas que alumbran las farolas
para comprar un beso
por si acaso me lleguen los sabores
de aquellos que me dio,
o quemen las papilas de mi boca
por el regusto amargo del recuerdo,
y olvide de una vez el de su adiós.

Quizá sacie la sed
en labios previo pago
que no quedan impresos,
También… más generosos y no muestran desdén.

No pensarla será… un no vivirla,
colgar su sombra tras el cristal de mi ventana,
un intento
de silenciar el eco de sus pasos
y desechar su espectro de mi alcoba.

Ya no más
su espíritu en la noche,
sudario de agonía que me envuelve
bordado con las letras
de su nombre.

__________.__________


                  Carlos Serra

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Pasionalmente amoroso el poema, no "desamoroso" como indica, creo que erróneamente, la etiqueta. ¡Por fin, Carlos, sales otra vez a la palestra! Llevaba tu blog mucho tiempo estancado. Desde este Madrid de otoño sosegado, leve e "inquietamente" tranquilo en lo referente a la poesía, te saluda con un abrazo CRISTINA COCCA.

Alhucema dijo...

Me encantó este poema, Carlos. A ver si encuentro el tiempo para responderte al que tenemos pendiente.
Un abrazo y nos vemos el 26.

María BlancaNieves dijo...

Una pasión inquietante que revela cierta culpabilidad de tu yo interno al evocar su nombre.

Con increíble dulzura anuncias que el amor duele y pese a ello insistes en dotar la desesperanza porque, bien sabes que jamás el tiempo derribará el atrio aquél donde quedó grabada su alma.

Bellísimo poema querido Carlos.

Un beso con mucho cariño, querido amigo.

Laura Gómez Recas dijo...

La imagen de la última estrofa es totalmente gráfica. No se te debe pedir más, la pasión dolorosa de ese amor lleva el envoltorio perfecto y la herida... hacia la muerte.

Bello, Carlos, bello...
Laura

Narci M. Ventanas dijo...

Nunca los besos saben igual, a veces ni siquiera cuando se reciben de los mismos labios, así pues, buscar unos labios en otros solo nos puede entregar a la desesperanza; es cierto, sin embargo, que a veces, nos ayudan a olvidar, aunque sólo sea por un instante, y olvidar nos hace libres.

Besos

Flavia Serena dijo...

Felices fiestas, amigo Carlos.

Besos y abrazos para tí y los tuyos.

Marisela

Carlos Serra Ramos dijo...

Hola, Cristina, por parte de el hablante bien es verdad, es incluso pasional, de los amores que duelen, este debe ser el mismo individuo que cité en otro poema donde decía maldito el beso que me trae recuerdos de otros labios bueno, más o menos.

Gracias por tu visita y el seguimiento a mis escritos. Por cierto, si vas a mi otro blog
http://ensartandoletras.blogspot.com/
quizá te guste ver el mini relato que acabo de entregar.

Un beso amiga mía con todo mi afecto
..............Carlos