Se vestía de azul la
media noche
y nunca se apagaba la luz de las farolas
ni la lluvia mojando las callejas importaba
en las horas de fiesta y de bullangas.
Arreciaban los besos en soportales
y gemían febriles las parejas
en el supuesto amor de desahogo.
Luego, hubo más, mucho más
en un devenir que ya es historia.
Recuerdos olvidados que, a veces, asoman
y se entornan los ojos
memorando pasajes de la vida;
tantos, que en auditarlos se pierden en el tiempo
y sólo la memoria
los archiva en un plano sin relieve.
Hoy, que la albura cubre mis cabellos, os digo:
que los años se cuentan por esperas,
por lágrimas vertidas,
por deseos frustrados
o azules vividos según lances.
Cuánto camino andado,
sombras y luces, soles y lunas,
querencias,
desamores,
soledad y olvido.
Todo un ayer guardado en el desván
junto a los trastos viejos
y fotos en papel que amarillea
recordando figuras y unos rostros
que ya no son los mismos.
*
Pero siguen los verdes en el campo,
Pero siguen los verdes en el campo,
los ríos discurriendo valles
y ancianos al calor del sol, junto a los niños
-savia nueva- que juegan en el parque.
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2 comentarios:
Precioso, Carlos. Me ha encantado ese remate final "Pero siguen los verdes en el campo,
los ríos discurriendo valles
y ancianos al calor del sol, junto a los niños
-savia nueva- que juegan en el parque".
La vida cambia, los actores también van cambiando, y sin embargo de alguna forma, todo permanece...
Es un placer perderse entre tus letras.
Un abrazo,
Inma
El placer es mío al recibirte, Inma, tu nivel poético merita mi poesía cuando dices que te agrada.
Te debo visita y lamento mi carencia de tiempo porque sabes que tu poesía la tengo en superior estima y ya estoy deseando darme un atracón de tus versos.
Un beso con mi estima, poeta.
..............Carlos
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